TABACO Y ENFERMEDAD PULMONAR

Fumar daña las vías respiratorias y, a largo plazo, se puede desarrollar una enfermedad respiratoria crónica que nos lleve a la muerte. 

Con el tabaco, a nivel pulmonar, aumentan los catarros y la tos. También disminuye el rendimiento deportivo e incluso puede llegar a afectar al apetito. 
A largo plazo, el tabaco no solamente puede ocasionar tumores en la vía aérea. Por ejemplo, los de vejiga urinaria son debidos mayoritariamente al hecho de haber fumado. Aunque el cáncer de pulmón suele llevarse todos los titulares, la EPOC es la consecuencia del tabaquismo que a más personas afecta. Esta enfermedad disminuye la capacidad ventilatoria de los pacientes.

¿QUÉ ES LA EPOC Y CÓMO SE PRODUCE?

La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) incluye dos tipos de cuadros clínicos: la bronquitis crónica y el enfisema. La bronquitis crónica es una inflamación permanente o engrosamiento de los bronquios que transportan el aire hasta los pulmones. El enfisema es una lesión en los alveolos del pulmón produciendo una perdida de elasticidad pulmonar, por lo que el aire queda atrapado en los pulmones. Esto hace que sea más difícil el intercambio gaseoso.

En consecuencia, la respiración se ve dificultada y cuesta obtener la cantidad necesaria de oxígeno. Esto provoca falta de aire, fatiga, tos, mucosidad, sibilantes o roncus (ruidos respiratorios anormales) y sensación de opresión en el pecho. Además, las personas que padecen EPOC también tienen mucha tendencia a padecer infecciones respiratorias.